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Tonicruz

Podemos

(Carta dirigida a los futbolistas del Córdoba C.F. antes del partido del domingo 10 de junio ante el Real Valladolid)

Podemos. Porque camináis entre la historia y la leyenda con paso firme. Porque habéis permitido al cordobesismo exhibir sus colores sin vergüenza, sin pudor, sin complejos. Porque habéis llenado de almas chillonas y enfrebrecidas las gradas de un estadio que ha olvidado sus miedos de la mejor de las maneras, diviertiéndose con vuestro juego, dejando que los noventa minutos se pasen como en un feliz segundo. Porque habéis dejado vuestra impronta en golazos y en instantes que ya son retratos indelebles en la memoria de este club.

Podemos. Porque habéis eliminado al Betis en una eliminatoria memorable, y habéis arrinconado al Espanyol. Y los dos eran de Primera. Y los dos sufrieron en su campo. Como sufrirá el Valladolid. Porque en Riazor, allá donde nadie ha jugado esta temporada, lo hicisteis como los ángeles. Tanto que sus propios hinchas os pedían otra visita. En Primera.

Podemos. Porque lo que para otros es necesidad imperiosa para vosotros es la guinda a un goloso pastel. Un epílogo inesperado que os hará de oro. Que os hará merecedores a todos de una estatua al lado de El Arcángel que vela vuestro hogar. Que romperá la historia reciente de un club que, hasta que llegó esta inolvidable temporada, parecía muy alejado de la gloria.

Podemos. Por vuestra valentía. Por la de vuestro técnico. Por la del resto de la tropa que ha dado la cara en toda España. Que ha hecho que el fútbol profesional os tema y os admire. Y que los periodistas de la península se frotaran los ojos cuando os daba por tocar con tino la pelota.

Podemos. Porque habéis mejorado, con vuestra forma de honrar el balón, la Segunda división. Porque sois los mejores. Porque, seguro, vais a hacer llorar de alegría el 16 de junio a toda una ciudad en Las Tendillas.

 

4 comentarios

José L. Guerra -

Permitidme que me presente. Soy patrono de la Fundación Rayo Vallecano y directivo del equipo franjirrojo. En el mundo del fútbol he podido comprobar que hay de todo. Allá cada cual. Yo soy rayista de corazón. Mi rayismo es auténtico, visceral e innegociable y moriré rayista. Aún así, albergo en mi ser un profundo sentimiento pucelano, ya que viví y crecí en Valladolid durante mi infancia y adolescencia, y el Pucela siempre ocupará un lugar de honor en mis sentimientos futbolísticos.

Rayista y pucelano, por este orden. Así soy y así me presento ante vosotros.

A continuación, os reproduzco el mensaje que publiqué ayer en mi perfil de Facebook. Amo profundamente el fútbol y mis palabras son fruto de mi amor por este deporte y de mi visión de lo acontecido ayer en Zorrilla. Expongo lo que sentí tras el Valladolid-Córdoba, sin vueltas. Digo lo que siento, y lo hago público porque mi sentimiento por el fútbol me obliga a ello.

Ni una línea para el España 1-Italia 1. Total, ya se encarga toda España de escribir sobre esto y no creo que aporte nada nuevo.

Aunque muchos no lo crean, el mundo sigue girando y hay más fútbol aparte de la Eurocopa. Hoy, cuatro equipos de Segunda División pugnan por ascender de categoría, y solo hay sitio para uno. A estas horas, ya sabemos que el Córdoba no subirá a Primera, tras caer 3-0 en ...Zorrilla ante un Valladolid que enarboló la bandera del pragmatismo.

El Córdoba no ascenderá a primera, pero le sobra categoría para jugar en la "máxima" del fútbol español. Me remito a un par de "Tweets" que le he dedicado al equipo blanquiverde. Ya quisieran la mayoría de equipos de primera jugar al fútbol con semejante brillantez, nobleza y buen gusto. Este Córdoba exhibe un estilo propio, recto e innegociable, con un marcado espíritu ofensivo.

Por si fuera poco, tras este equipo encontramos a una afición incomparable. Me toca los cojones que siempre se esté alabando a todas las aficiones de todos los equipos. Si atendemos a los medios generalistas, resulta que todas las aficiones son la hostia, todas son fieles a sus colores, y bla, bla, bla. Por supuesto, esto no es así. La mejor afición de España es la del Rayo Vallecano por mil razones que no enumero porque si empiezo no paro. Basta haber presenciado en Vallecas el Rayo-Granada para comprobar que no hay afición que supere a la rayista.

Del resto de aficiones, me quedo sin duda con la del Córdoba. Aparte de su fidelidad inquebrantable y otras virtudes comunes en todas las aficiones, tienen rasgos que la diferencian y que, verdaderamente, me han impresionado. Apoyan a un equipo que no pisa la primera división desde los años 70, que ha pasado por mil penurias y situaciones impropias de un equipo que representa a la octava/novena ciudad de España en población, y una de las más ricas en historia de la península. La afición cordobesista presenta una virtud única: se olvidan de entrar en broncas con el equipo rival o el árbitro y se limitan a animar, apoyar y alabar a su equipo y sus jugadores, sin importarles el marcador o minuto de juego. El Córdoba juega con 12 durante 90 minutos. Eso es una afición de verdad, con mayúsculas y de primera. Hoy habrán llorado por no haber logrado el ascenso. Deseo de corazón - y estoy seguro de que así será - que dentro de un año esas lágrimas sean de emoción porque el Córdoba haya ascendido a la categoría que se merece: la Primera.

Por último, aunque ya se lo he dicho en privado, mi enhorabuena a mi amigo Toni Cruz, cuya locución del partido en la radio oficial del Córdoba C.F. me ha emocionado y conmovida. He ahí un periodista deportivo que engrandece y dignifica su profesión.

juan -

joder, es exactamente lo que pensamos todos los cordobesistas,pero no lo sabemos expresar con palabras,porque como siempre se a dicho,ser cordobesista es un sentimiento,y tu los has expresado todos a las mil maravillas lo que en este momento sentimos todos,gracias y enorabuena.

Juan Carlos Osuna Villegas -

Tienes la virtud de emocionarme y de decir justo en cada momento lo que mis sentimientos reflejan. Enhorabuena, no cambies nunca.

Cordobesista -

Pero porque, porque escribes con tanto arte, joder he empezado a llorar antes de que lleguemos a las tendillas, este ascenso me va a costar más de un llanto ya.