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El sueño

(ARTÍCULO PUBLICADO EN EL CCFP -PERIÓDICO OFICIAL DEL CÓRDOBA C.F.- 108 CORRESPONDIENTE AL ENCUENTRO CÓRDOBA-VALLADOLID DEL 11 DE FEBRERO)

Un día tuve un sueño. Me veía a mi mismo en la parte delantera de un autocar, vestido con los colores de mi equipo favorito. Contemplaba durante el rodar del vehículo a unos centenares de camaradas enarbolando banderas y bufandas a nuestro paso. Besando el escudo que yo también consideraba como mío. Con entusiasmo. Con los ojos encendidos en un fuego de ilusión que nunca antes habían sentido. Con orgullo.

Miré con curiosidad creciente un ejemplar de un periódico deportivo mientras nos acercábamos a un estadio. Los nuestros eran, según el redactor, candidatos al ascenso a la máxima división, jugaban de una forma espectacular y el choque era catalogado como el más atractivo de la jornada. En el sueño, me llevaba las manos a la cabeza pensando en que no hacía mucho esos mismos, los nuestros, parecían condenados a vivir en una infinita lucha por no caer a la tercera categoría. Comprendí entonces el entusiasmo de los de fuera. Comprendí su locura.

Recuerdo que, encima, durante mi episodio onírico yo formaba parte de esa expedición. En ese mismo autocar en el que viajaba lo hacían el cuerpo técnico y la plantilla que defendían mis mismos intereses. Que yo entraba en su vestuario. Que compartía con ellos viajes. Que tenía la inmensa suerte de sentirme plenamente partícipe de sus glorias y de sus fracasos. En primera persona. Un privilegiado.

Mi subconsciente me trasladaba de repente también delante de un micrófono. Contaba los partidos de los nuestros a un grupo de seguidores que querían reír y llorar conmigo. Que apelaban a mis ojos y mi garganta para transmitirles -con mayor o peor fortuna- lo que estaba haciendo su equipo.Para alegrarles o entristecerles un poco el fin de semana.

Entonces desperté únicamente para comprobar que a veces los sueños se cumplen. Su sueño y el mío está claro: ganar hoy, ganar siempre, jugar un play-off y subir de una puñetera vez. Si les sirve de algo mi experiencia personal, les puedo decir que los sueños se pueden cumplir. ¿Por qué narices no se va a cumplir uno que merecemos tanto.

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